Saeta que voladora
Cruza, arrojada al azar,
Sin adivinarse dónde
Temblando se clavará;
Hoja que del árbol seca
Arrebata el vendaval,
Sin que nadie acierte el surco
Donde á caer volverá;
Sin adivinarse dónde
Temblando se clavará;
Hoja que del árbol seca
Arrebata el vendaval,
Sin que nadie acierte el surco
Donde á caer volverá;
Gigante ola que el viento
Riza y empuja en el mar,
Y rueda y pasa, y no sabe
Qué playa buscando va;
Luz que en cercos temblorosos
Brilla, próxima á espirar,
Ignorándose cuál de ellos
El último brillará;
Eso soy yo, que al acaso
Cruzo el mundo, sin pensar
Riza y empuja en el mar,
Y rueda y pasa, y no sabe
Qué playa buscando va;
Luz que en cercos temblorosos
Brilla, próxima á espirar,
Ignorándose cuál de ellos
El último brillará;
Eso soy yo, que al acaso
Cruzo el mundo, sin pensar
De dónde vengo, ni adónde
Mis pasos me llevarán.
Mis pasos me llevarán.
Argumento
El poeta se ve identificado con
una serie de elementos que no tienen rumbo ni sentido, y así los compara con su
vida, que ésta carece también de sentido.
Estructura
Externamente es un texto escrito
en verso, formado por veinte versos hexasílabos, heptasílabos y octosílabos.
Riman en asonancia los pares, quedando sueltos los impares, y sus esquema
métrico es 8- 7a 8- 6a 8- 7a 8- 6a 7- 6a 8- 7a 8-7a 8- 6a 8- 7a 8- 6a. Internamente se divide en dos apartados:
Del verso 1 al 16: Se
enumeran una serie de versos que confluyen en el yo del poeta.
Del verso 17 al 20: El
poeta se identifica con los elementos anteriores y dice que nada puede dar
sentido a su vida.
Tema
El yo del poeta confluye con un
seguido de elementos y se identifica con ellos, también acepta que su vida no
tiene sentido.
Forma de elocución
Se puede
observar narración junto con descripción.
Análisis
Podemos observar en conjunto un
paralelismo entre las cuatro primeras estrofas y en todo el poema numerosos
hiperbatones, también hay una aliteración, para transmitir una especie de
monotonía
Verso por verso podemos observar:
Verso por verso podemos observar:
En el cuarto verso
podemos observar una personificación, ya que dice que la saeta temblará.
En
los versos diez y once podemos ver un claro polisíndeton, ya que usa
innecesariamente el nexo “y”.
En el verso doce hay otra
personificación, ya que dice que la ola busca una playa.
En el verso
catorce hay un epíteto, ya que la luz siempre brilla.
Conclusión
Bécquer nos transmite el
desconcierto y desorientación del poeta frente a la vida, con unas
comparaciones que nos evocan ese sentimiento a la perfección.
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