domingo, 16 de noviembre de 2014

Bécquer y Rosalia de Castro



                SIMILITUDES
-Nacen prácticamente a la vez, en el S. XIX: Bécquer en 1836 y Rosalía de Castro en 1837.
-Vivieron en la misma época: el posromanticismo.
-Sus vidas están marcadas por el sufrimiento, que influye en sus producciones artísticas.
-Ambos tienen un temperamento enfermizo y una sensibilidad aguda.
-Su poesía se caracteriza por la sencillez.
-Se observan paralelismos profundos en sus obras, pese a la diferencia en la preferencia de sus temas.
-Ambos están dominados por un mundo oculto, que tratan en sus temas.
-Anuncian la poesía moderna.
-Destacan como autores de versos, constituyendo la cumbre de la obra poética de su tiempo.
-Fueron dos figuras no reconocidas ni entendidas en su época.
-Sus poemas, parecen escritos como diálogo de los dos poetas; son voces casi unísonas, a veces expresan distintos puntos de vista, pero siempre se complementan. Por ejemplo:


1. En sus poemas, la vida se presenta infeliz, corta y loca; se puede ganar fama, amor, inmortalidad, pero todo son ilusiones y mentiras; sin embargo, hay que soñar, porque sólo la esperanza da sentido a la vida.
Bécquer
De Castro
La vida es sueño.
Calderón)

Al brillar un relámpago nacemos,
y aún dura su fulgor cuando morimos:
!tan corto es el vivir!

La Gloria y el Amor tras que corremos,
sombras de un sueño son que perseguimos:
¡despertar es morir!
Hierve la sangre juvenil, se exalta
lleno de aliento el corazón, y audaz
el loco pensamiento sueña y cree
que el hombre es, cual los dioses, inmortal.
No importa que los sueños sean mentira,
ya que al cabo es verdad
que es venturoso el que soñando muere,
infeliz el que vive sin soñar.
 
2. Llama la atención el papel simbólico de los elementos del paisaje que subrayan los sentimientos de los autores: la arena, el mar, las olas…
Bécquer
De Castro
Hoja que del árbol seca
arrebata el vendaval,
sin que nadie acierte el surco
donde al polvo volverá;

gigante ola que el viento
riza y empuja en el mar,
y rueda y pasa, y se ignora
qué playa buscando va;
(...) eso soy yo, que al acaso
cruzo el mundo sin pensar
de dónde vengo ni a dónde
mis pasos me llevarán.
-----
Llegó la noche y no encontré un asilo;
y tuve sed... mis lágrimas bebí,
¡Y tuve hambre! ¡Los hinchados ojos
cerré para morir!

¿Estaba en un desierto? Aunque a mi oído,
de la turba llegaba el ronco hervir,
yo era huérfano y pobre... El mundo estaba
desierto... !para mí!
Sedientas las arenas, en la playa
sienten del sol los besos abrasados,
y no lejos, las ondas, siempre frescas,
ruedan pausadamente murmurando.
Pobres arenas, de mi suerte imagen:
no sé lo que me pasa al contemplaros,
pues como yo sufrís, secas y mudas,
el suplicio sin término de Tántalo.

Pero ¿quién sabe...? Acaso luzca un día
en que, salvando misteriosos límites,
avance el mar y hasta vosotras llegue
a apagar vuestra sed inextinguible.
!Y quién sabe también si tras de tantos
siglos de ansias y anhelos imposibles,
saciará al fin su sed el alma ardiente
donde beben su amor los serafines.



3. El sufrimiento es algo inevitable en la vida, aunque de vez en cuando el padecimiento cede paso a una existencia pasiva.
Bécquer
De Castro
Hoy como ayer, mañana como hoy,
!y siempre igual!
Un cielo gris, un horizonte eterno
y andar..., andar.

Moviéndose a compás, como una estúpida
máquina, el corazón.
La torpe inteligencia del cerebro,
dormida en un rincón.
(...)
!Ay, a veces me acuerdo suspirando
del antiguo sufrir!
Amargo es el dolor, ¡pero siquiera
padecer es vivir!
Ya duermen en su tumba las pasiones
el sueño de la nada;
¿es, pues, locura del doliente espíritu,
o gusano que llevo en mis entrañas?
Yo sólo sé que es un placer que duele,
que es un dolor que atormentando halaga,
llama que de la vida se alimenta,
mas sin la cual la vida se apagara.


4. Sueños, visiones, realidades imposibles, es lo que gira alrededor de nuestro mundo palpable y que sólo la almas sensibles y profundas pueden percibir.
Bécquer
De Castro
¿Será verdad que, cuando toca el sueño,
con sus dedos de rosa, nuestros ojos,
de la cárcel que habita huye el espíritu
en vuelo presuroso?

¿Será verdad que, huésped de las nieblas,
de la brisa nocturna al tenue soplo,
alado sube a la región vacía
a encontrarse con otros?
(...)
Yo no sé si ese mundo de visiones
vive fuera o va dentro de nosotros.
Pero sé que conozco a muchas gentes
a quienes no conozco.

-----

–Yo soy ardiente, yo soy morena,
yo soy el símbolo de la pasión;
de ansia de goces mi alma está llena;
¿A mí me buscas?
–No es a ti, no.
(...)
–Yo soy un sueño, un imposible,
vano fantasma de niebla y luz;
soy incorpórea, soy intangible;
no puedo amarte.
–¡Oh, ven, ven tú!
Yo no sé lo que busco eternamente
en la tierra, en el aire y en el cielo;
yo no sé lo que busco, pero es algo
que perdí no sé cuándo y que no encuentro,
aun cuando sueñe que invisible habita
en todo cuanto toco y cuanto veo.

Felicidad, no he de volver a hallarte
en la tierra, en el aire ni en el cielo,
!aún cuando sé que existes
y no eres vano sueño!


5. El mundo está lleno de dolor, pero afortunadamente, hay naturaleza y música que conversan con nuestras almas acompañándonos hasta la muerte. Con ellos podemos identificarnos y buscar respuestas a nuestras preguntas.
Bécquer
De Castro
(Tú y yo. Melodía.) Cenda flotante de leve bruma,
rizada cinta de blanca espuma,
rumor sonoro
de arpa de oro,
beso del aura, onda de luz:
eso eres tú.
(...)
En mar sin playas onda sonante,
en el vacío cometa errante,
largo lamento
del ronco viento,
ansia perpetua de algo mejor:
eso soy yo.
Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros,
ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros:
lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso
de mí murmuran y exclaman:
–Ahí va la loca, soñando
con la eterna primavera de la vida y de los campos,
y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos,
y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.


6. Miedo a la muerte, miedo a la vida, miedo a la vida después de la muerte, miedo a la soledad.
Bécquer
De Castro
De la alta campana
la lengua de hierro
le dio volteando
su adiós lastimero.
El luto en las ropas,
amigos y deudos
cruzaron en fila
formando el cortejo.
(...)
¿Vuelve el polvo al polvo?
¿Vuela el alma al cielo?
¿Todo es vil materia,
podredumbre y cieno?
No sé pero hay algo
que explicar no puedo,
que al par nos infunde
repugnancia y duelo,
al dejar tan tristes,
tan solos los muertos
Al caer despeñado en la hondura
desde la alta cima,
duras rocas quebraron sus huesos,
hirieron sus carnes agudas espinas,
y el torrente de lecho sombrío,
rasgando sus linfas
y entreabriendo los húmedos labios,
vino a darle su beso de muerte
cerrando en los suyos el paso a la vida.
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Despertáronle luego, y temblando
de angustia y de miedo,
–¡Ah!, ¿por qué despertar? –preguntóse
después de haber muerto.



DIFERENCIAS    
A nivel personal:
-Bécquer nace en Sevilla y Rosalía de Castro en Santiago de Compostela.
-Bécquer queda huérfano joven, Rosalía padece una enfermedad incurable.
-Bécquer se casa pero se separa, Rosalía contrae matrimonio y pierde a su hijo.
-Bécquer muere con 34 años de edad y Rosalía de Castro con 48.


2. En su poesía:
 -Los versos de Bécquer son naturales, de una gran delicadeza;  sus poemas espontáneos y sencillos están llenos de musicalidad delicada. Expresan lo íntimo, presintiendo la existencia de una realidad oculta, a la que sólo se puede llegar a través de visiones o sueño. Por su parte, la poesía de Rosalía de Castro es más fuerte, enérgica y dramática. La musicalidad en su obra es muy importante con nuevos ritmos, armoniosos y flexibles, desconocidos en su época.
 -A pesar del sufrimiento y desencanto, en la obra de Bécquer hay cierta alegría (obviamente pasajera), en la de Rosalía de Castro, se observa solamente amargura, angustia, tristeza y nostalgia, sentimientos que se proyectan sobre el paisaje gallego.
Bécquer
De Castro
La brilladora lumbre es la alegría,
la temerosa sombra es el pesar.
¡Ay! ¿En la oscura noche de mi alma,
cuándo amanecerá?
La venturosa copa del placer para siempre
rota a mis pies está



    -Los temas preferidos de Bécquer son cuatro: poesía e inspiración; el amor, que es el hilo conductor de su obra; el dolor de los celos, del desengaño, de la soledad; y el olvido, el reposo eterno. Bécquer es el cantor del amor desesperado. Por su parte las preocupaciones poéticas de Rosalía de Castro son diferentes: la soledad, el desengaño existencial, el dolor inevitable, la desesperación y el sentimiento obsesivo de la muerte.
 -En el mundo íntimo de los autores ya se han acabado los tiempos de alegría, justo con la llegada de los primeros sufrimientos, sin embargo en Bécquer todavía tal vez exista alguna esperanza.
 -Bécquer se describe directamente como un poeta, creador de versos. De Castro no se llama así misma poetisa expresamente pero se dirige a la gloria, a la fama, que nunca espera adquirir; probablemente se da cuenta de su talento.
Bécquer
De Castro
Ideas sin palabras,
palabras sin sentido;
cadencias que no tienen
ni ritmo ni compás;

Memorias y deseos
de cosas que no existen;
accesos de alegría,
impulsos de llorar;
(...)
Locura que el espíritu
exalta y desfallece;
embriaguez divina
del genio creador...
Tal es la inspiración.
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Yo soy el invisible
anillo que sujeta
el mundo de la forma
al mundo de la idea.

Yo, en fin, soy ese espíritu,
desconocida esencia,
perfume misterioso
de que es vaso el poeta.
¡Oh, gloria!, deidad vana cual todas las deidades,
que en el orgullo humano tienen altar y asiento,
jamás te rendí culto, jamás mi frente altiva
se inclinó de tu trono ante el dosel soberbio.

En el dintel oscuro de mi pobre morada
no espero que detengas el breve alado pie;
porque jamás mi alma te persiguió en sus sueños,
ni de tu amor voluble quiso gustar la miel.

¡Cuántos te han alcanzado que no te merecían,
y cuántos cuyo nombre debiste hacer eterno,
en brazos del olvido más triste y más profundo
perdidos para siempre duermen el postrer sueño!





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