Llegó la noche y no encontré un asilo;
¡y tuve sed!... Mis lágrimas bebí;
¡y tuve hambre! ¡Los hinchados ojos
cerré para dormir!
¡Estaba en un desierto! Aunque a mi oído
de las turbas llegaba el ronco hervir,
yo era huérfano y pobre... ¡El mundo estaba
desierto... para mí!
¡y tuve sed!... Mis lágrimas bebí;
¡y tuve hambre! ¡Los hinchados ojos
cerré para dormir!
¡Estaba en un desierto! Aunque a mi oído
de las turbas llegaba el ronco hervir,
yo era huérfano y pobre... ¡El mundo estaba
desierto... para mí!
Argumento:
Una persona explica que estaba
sólo sin nada ni nadie, no tenía nada para beber ni para comer y tampoco tenía
donde dormir. Se pregunta si está en un desierto y llega a la conclusión de que
no tiene nada de nada, es decir, que el mundo está desierto para él.
Tema:
Bécquer nos deja ver en esta rima
la soledad de una persona.
Estructura externa:
Escrito en verso, 8 versos, 2
estrofas, asonante, esquema: 7a, 11B, 11A, 7b, 11A, 11B, 11-, 7h. Esta rima se
trata de una Silva.
Estructura interna:
Se puede dividir en 2 partes.
-Primera (1 -4): explica que
hacía cuando tenía una necesidad.
-Segunda (5-8): descripción de
donde se encuentra.
Recursos literarios:
-Anáfora: ¡y tuve sed!, y ¡tuve
hambre!
- hipérbaton: aunque a mí oído de
las turbas llegaba el ronco hervir.
Conclusión:
La soledad de una persona.
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