domingo, 16 de noviembre de 2014

Literatura del Romanticismo



La literatura del Romanticismo es el movimiento cultural literario que se produce a fines del siglo XVIII y a comienzos del siglo XIX en varios países europeos como Alemania, Francia y Reino Unido, se desarrolla a lo largo de todo el periodo decimonónico, y continúa ejerciendo su influencia, en varios de sus rasgos más característicos, hasta la actualidad




Los autores más importantes fueron: Johann Wolfgang von Goethe, Friedrich Schiller, Friedrich Gottlieb Klopstock y Edgar Allan Poe.





1. Introducción
En España, dadas las circunstancias políticas del país, el Romanticismo, propiamente dicho, tuvo escasa duración, llegando a su máximo apogeo en torno a 1835. Hubo un segundo Romanticismo hacia 1860, gracias a las dos grandes figuras que más adelante veremos: Bécquer y Rosalía de Castro.


2. Ideología

La mentalidad romántica se caracteriza, en líneas generales, por lo siguiente:

El deseo de libertad, que se manifestará en la lucha del hombre romántico contra el absolutismo, en el rechazo a las normas hasta ahora vigentes y en su deseo de manifestarse libremente.

El fuerte individualismo que se observa en el hombre romántico, reflejado en una fuerte personalidad, así como en el sentimiento de creerse el centro del universo.

•El idealismo, que es el motor del romántico en busca de cumplir deseos inalcanzables a veces, relacionados con la patria, el amor o la justicia.

•El desengaño, provocado por no poder alcanzar dichos ideales en la realidad en la que viven, lo que provoca la evasión, e incluso el suicidio.

3. Características literarias

En la literatura romántica se refleja la forma de ser del hombre romántico y se manifiesta a través de las siguientes características:

Aparición de los protagonistas que se encuentran al margen de la ley o que no aceptan las normas de la sociedad: el mendigo, el pirata, el verdugo, el cosaco, el reo, etc.

La mezcla, en poesía, de distintas formas métricas e, incluso, del verso y de la prosa.

La ruptura, en teatro, de las reglas de las tres unidades (tiempo,lugar y acción), recuperadas por los neoclásicos, la mezcla de lo trágico y lo cómico, la desaparición de la verosimilitud y el carácter moralizante, el final trágico, la aparición de elementos extraños, etc.

El gusto por el ambiente nocturno, tenebroso, la aparición de una naturaleza violenta y desatada, relacionada con el sentimiento exaltado del romántico.

La fuerte personalidad de los personajes.

•La ambientación de las obras en lugares exóticos o lejanos en el tiempo, derivada del gusto por la evasión.

El poco aprecio a la vida, que se observa en la aparición de la muerte e, incluso, el suicidio.

La aparición de elementos fantásticos, muchas veces relacionadas con el sueño y el subconsciente.



Las características se agrupan en:

a.- La idea de libertad: El Romanticismo es una reacción en contra del Neoclasicismo. El dominio de la razón sobre la fantasía, es reemplazado por la libertad creativa.


b.- La exaltación del yo individual: En el siglo XVIII neoclásico la voluntad del rey se imponía sobre la opinión de sus súbditos. En cambio, los postulados de la revolución francesa hicieron variar la situación.. Ellos fueron las ideas inspiradoras del Romanticismo, que propugnó una exagerada valoración de la propia personalidad. Para el hombre romántico, el ideal de vida es el que permite la expresión de la personalidad de cada individuo, característica que se une al espíritu de rebeldía.


c.- El espíritu de rebeldía: Las ansias de libertad se traducen en un espíritu de rebeldía, que se observa en numerosos personajes literarios, todos ellos aventureros y rebeldes. Señalaremos como ejemplo a Don Juan Tenorio, protagonista del drama escrito por el español José Zorrilla. Don Juan se rebela contra las normal morales y prejuicios sociales de la época:

“ Por donde quiera que fui,
la razón atropellé,
la vida escarnecí,
a la justicia burlé
y a las mujeres vendí”

Aquí se sintetiza el espíritu de rebeldía y de exaltación del yo.


d.- Subjetivismo y melancolía: El romántico es libre y desde esa perspectiva personal debe enfrentar al mundo. La obra literaria también depende de esa visión y se manifiesta a través del lenguaje. Los románticos no siguen las normas de ordenación lógica y racional de las neoclásicos.


e.- Sentimiento de soledad: El choque entre realidad exterior y realidad soñada lleva al hombre romántico a una lucha constante dentro de sí mismo. De la oposición entre la fantasía y la realidad surge el sentimiento de soledad.


f.- Proyección del sentimiento en el paisaje: Para el artista romántico, el paisaje es una proyección de su estado anímico, es decir un reflejo de su espíritu. Para los románticos, la naturaleza es amiga y confidente de sus desventuras, amores desengaños y alegrías. Concordando con los sentimientos del artista, está radiante, triste, serena o misteriosa.


g.- Lo sentimental: El romántico relega a un segundo plano la sujeción a normas y permite la manifestación de una interioridad, en forma libre, atendiendo a su propia voz interior.


h.- Valoración de nacional y popular: Tal como el hombre romántico necesita afirmar su yo, las naciones precisan destacar los valores propios que las diferencien de otras comunidades humanas y las identifiquen. Esto explica en España, Inglaterra, Alemania y Francia el retorno a la tradición de cada país, en la que se espera encontrar los rasgos peculiares de la idiosincrasia.


i.- Exaltación de la imaginación: El artista romántico pretende lograr que también el receptor se refugie en otro mundo. Para ello hará que la imaginación del lector vague por los rincones de la fantasía y sea capaz de componer en su mente espacios y tiempos diferentes a los de la realidad.


EL ROMANTICISMO EN EUROPA.

Fue un movimiento espiritual y artístico que prevaleció en la cultura entre fines del siglo XVIII y finales del XIX. Fue una reacción frente al racionalismo y al clasicismo, filosóficamente supone una nueva valoración de la conciencia, en la que el sentimiento tiene un lugar preponderante: éste inspira una visión trágica de una realidad inalcanzable, una aguda percepción individual de la naturaleza y sobre todo una fuerte pasión por la libertad. La conciencia individual se prolonga en la colectiva por medio del nacionalismo o populismo.


Muchos son los factores necesarios de investigar para configurar el verdadero origen del romanticismo en Europa: reacción europea contra la invasión napoleónica; conciencia patriótica ante la posibilidad de tal invasión: Italia contra Austria, etc. Más que tendencia literaria o artística, el Romanticismo es un concepto de vida distinto que se gestó en Europa dentro de los márgenes del siglo XVIII, más o menos en el año 1835, y que no tuvo más de veinte años de duración.


Inglaterra y Alemania.

En Inglaterra y en Alemania se manifestó simultáneamente, contando la última con tres escuelas: la primera a fines del siglo XVIII es mejor representada por los hermanos Federico y Guillermo Schlegel. La segunda, Brentano y Jones, y la tercera, por Wilhelm, Lessing, Herder, Goethe y Schiller, entre otros. En Inglaterra no hubo escuelas, pero sí diferencias entre el grupo de Wordsworth, Claridge y Southey, y el de Walter Scott, Lord Byron y Shelley.


Francia.

También en Francia se desarrolló en dos períodos: en 1827 representado por Chateaubriand, Lamartine, Vigny y M. Stael, y en 1830, representado por Víctor Hugo, Balzac, Baudelaire, Flaubert, Leconte de Lisle, Alejandro Dumas, etc.


GENEROS LITERARIOS DURANTE EL ROMANTICISMO.

En otro sentido, el Romanticismo es la claudicación de las ideas neoclásicas, fenómeno que se dio en las tres unidades del teatro, como también en la imitación de la antigüedad clásica que cambiará por la admiración hacia la Europa medieval y cristiana. Y este fenómeno es relevante, porque si en algo esta nueva corriente es coincidente es en su nacimiento cristiano, aunque luego evolucionó hacia el liberalismo.


Durante el Romanticismo los géneros más cultivados fueron la lírica, el drama, la novela sentimental e histórica, los relatos de viajes y la leyenda, siendo el más predominante la lírica, y esto debido a que frente a la literatura clásica fundada en la razón, el romántico antepone su actitud egocéntrica, basada en su yo único desde el cual parte y hacia el cual llega: le gusta su propia concepción de vida y arte, que le sitúan como amante de una naturaleza en toda la voluptuosidad que ésta conlleva. 

Del mismo modo, aprecia de los pueblos sus leyendas, folclore y rasgos más característicos; propende al culto de lo histórico y lo arqueológico, tratando de ver en ello un sentido patriótico y tradicionalista. Las ruinas del pasado interesan al poeta como una evocación o como una leyenda. Se buscan lenguas antiguas y renacen las literaturas nativas, como la flamenca, la provenzal y la catalana

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