¿Quieres que de ese néctar delicioso
no te amargue la hez?
Pues aspírale, acércale a tus labios,
y déjale después.
¿Quieres que conservemos una dulce
memoria de este amor?
Pues amémonos hoy mucho, y mañana
digámonos ¡adiós!
no te amargue la hez?
Pues aspírale, acércale a tus labios,
y déjale después.
¿Quieres que conservemos una dulce
memoria de este amor?
Pues amémonos hoy mucho, y mañana
digámonos ¡adiós!
Es una rima de soledad o muerte, aunque hace solamente una
pequeña referencia a la muerte en los dos últimos versos:
“Pues amémosnos hoy mucho, y mañana
digámosnos, ¡adiós!”.
Es más bien un poema de amor, que se refleja en el penúltimo
verso:
“Pues amémosnos hoy mucho,…”
ESTRUCTURA INTERNA
-compuesta por dos estrofas, cada una de ellas de cuatro
versos de arte mayor.
ESTRUCTURA EXTERNA
Como recurso literario el más destacable es la metáfora en
el primer y segundo verso, que el néctar simboliza el amor y la hez la parte
más amarga de éste. La primera estrofa dice que antes de llegar a la amargura
que trae el amor, es mejor dejarlo, matarlo.
En conclusión una poesía hedonista, que solamente busca el
placer momentáneo, que no cree en el amor verdadero, que consiste en la
fidelidad, el compromiso, el sufrimiento y el placer.
Aun que es una poesía corta, es bonita, ya por el ritmo que
crea, ya por el tema, que ha sido el más escrito de toda la historia de la
humanidad.
Este poema inspira tristeza, porque el poeta dejará a su
amada después de un amor fugaz y probablemente poco profundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario