domingo, 16 de noviembre de 2014

Rima LVIII

¿Quieres que de ese néctar delicioso
no te amargue la hez?
Pues aspírale, acércale a tus labios,
y déjale después.

¿Quieres que conservemos una dulce
memoria de este amor?
Pues amémonos hoy mucho, y mañana
digámonos ¡adiós!

Es una rima de soledad o muerte, aunque hace solamente una pequeña referencia a la muerte en los dos últimos versos:

“Pues amémosnos hoy mucho, y mañana

 digámosnos, ¡adiós!”.

Es más bien un poema de amor, que se refleja en el penúltimo verso:

“Pues amémosnos hoy mucho,…”

ESTRUCTURA INTERNA

-compuesta por dos estrofas, cada una de ellas de cuatro versos de arte mayor.

ESTRUCTURA EXTERNA

Como recurso literario el más destacable es la metáfora en el primer y segundo verso, que el néctar simboliza el amor y la hez la parte más amarga de éste. La primera estrofa dice que antes de llegar a la amargura que trae el amor, es mejor dejarlo, matarlo.

En conclusión una poesía hedonista, que solamente busca el placer momentáneo, que no cree en el amor verdadero, que consiste en la fidelidad, el compromiso, el sufrimiento y el placer.

Aun que es una poesía corta, es bonita, ya por el ritmo que crea, ya por el tema, que ha sido el más escrito de toda la historia de la humanidad.

Este poema inspira tristeza, porque el poeta dejará a su amada después de un amor fugaz y probablemente poco profundo.    


No hay comentarios:

Publicar un comentario